En Calamuchita, un hipermercado se abastece solo de energía solar.
En la Ruta 5, entre las localidades de Villa General Belgrano y Santa Rosa de Calamuchita (Córdoba) existen 180 filas de paneles solares que no pasan inadvertidas para quienes transitan por allí. Si bien la energía solar todavía no es común en ciudades con servicio de electricidad, ya dejó de ser exclusiva de zonas aisladas.
Los paneles solares instalados sobre la Ruta 5 pertenecen al mayorista y minorista Luconi, una gran superficie comercial cuya sede se encuentra en Río Tercero. Sus dueños son los hermanos José Ricardo y José Luis Luconi.
La motivación por la apuesta de la energía solar son las ya conocidas: lograr un ambiente más amigable y sustentable, y ahorrar económicamente en cuando a energía eléctrica refiere. Pero, sobre todo, "la motivación principal es ambiental, por encima del análisis de costos y rendimientos", indica Ricardo.
Agrega, además, que el sistema no es contaminante, es sustentable y ecoamigable y las posibilidades son infinitas. "A la responsabilidad social empresarial hay que ejercerla con actos concretos y tampoco debe esperarse todo del gobierno", dice.
Los hermanos planean recuperar lo invertido y generar ganancias a partir de unos años. Además, subrayan que el sistema está hecho para ser sustentable y compatible en generación de energía con la gran cantidad de equipos como cámaras de frio y heladeras.
La planta tiene una potencia de 60 kiloWatts y cuenta con seguidores solares, lo que les permite ser más eficientes. Su compromiso es tal, que planean y desean colocar cargadores de uso gratuito para autos eléctricos en el estacionamiento con la energía que les sobre. Esperan que no sea en un futuro muy lejano.
Otro ejemplo es la de la Panificadora Villa SRL, también en Villa General Belgrano. Colocaron en el techo 160 metros cuadrados de paneles solares que permiten ahorrar hasta un 20 % de energía y, por mes, se evita contaminar con 2.300 kilos de dióxido de carbono al medio ambiente.
Sin duda la energía solar no se trata de una moda, sino de una tecnología capaz de generar un gran impacto social, económico y ambiental.