Cómo ser más eficientes energéticamente.
El consumo de energía es una de las principales causas del cambio climático. Toda la energía que se utiliza proviene de fuentes de combustibles fósiles, es decir, que cada vez que se ve televisión o se climatiza el hogar, se producen emisiones de dióxido de carbono.
Pero no todas las acciones que se realizan son dañinas. De hecho, una pequeña colaboración de todas las personas que viven en la casa puede contribuir a consvervar el medio ambiente. La clave radica en utilizar la energía de manera eficiente.
A pesar de que la creación de plástico se vale de fuente combustibles, el mismo plástico reemplaza a otros materiales y, de alguna manera, logran generar productos energéticamente eficientes y, por ende, reducir la emisión de gases.
Los autos actuales, por ejemplo, se sirven de plásticos resistentes y ligeros que garantizan la reducción de carburante y liberación de dióxido de carbono. El embalaje plástico también desempeña un papel importante al momento de ser más eficiente. Así, por ejemplo, las botellas de plástico son más ligeras y fáciles de transportar que las de vidrio.
Eso, sumado a que cada vez existen más variantes de plásticos y formas de producción que son amigables con el ambiente y biodegradables hacen, de a poco, una transición hacia formas de producción saludables.
Acciones personales simples como desenchufar electrodomésticos que no se usen (ya que continúan consumiendo energía con el solo hecho de estar conectados a la red eléctrica), utilizar el transporte público, evitar abrir ventanas para mantener la temperatura del interior o apagar y prender las luces sólo cuando se las utilizan son otras formas de contribuir al cuidado del planeta.
Pero ante todas las acciones, existe una que es fundamental para lograr un verdadero cambio. Se trata de persuadir a los demás de adquirir hábitos saludables con el medio ambiente. Todos juntos, es posible.